Con el objetivo de contribuir al fomento de las buenas prácticas agrícolas y el desarrollo sustentable, Saliwor S.A. se unió hace ya seis años al “Programa de gestión de envases” de la asociación civil Campo Limpio. 

“Nosotros nos dedicamos al reciclaje de metales, plásticos y cartón. A Campo Limpio le pareció que podíamos ser útiles y aportar valor a su misión y nos contactó para hacer el reciclado de los envases de agroquímicos, tarros de herbicida, bolsones de fertilizantes y silobolsas”, explicó José Enrique Castellón, director de Saliwor S.A.

Ubicada en el departamento de Treinta y Tres, en la actualidad la empresa es un centro de acopio y reciclaje de envases de fitosanitarios, provenientes de diferentes puntos geográficos, como la ciudad en la que está ubicada, Melo, Río Branco, Vergara, Lascano, Varela y Rocha. 

Por mes, procesa entre 25 y 30 toneladas de materiales reciclables, que luego son vendidos como materias primas para la producción de diversos artículos y son, en su mayoría, comercializados en el exterior. 

Según el Decreto N° 152/013, los productores están obligados a llevar los envases al punto de venta en el que fueron comprados o al centro de acopio más cercano. “En ese sentido, nosotros resultamos una alternativa muy útil para los productores de la zona, que no tienen que trasladarse grandes distancias para desechar sus envases”, expresó Castellón. 

De esta forma, siguiendo los protocolos y exigencias de Campo Limpio y de la normativa vigente, Saliwor S.A. recibe los recipientes y bolsas por parte de los productores ya limpios, se encarga de realizar los controles pertinentes y entrega una constancia detallando el número y estado de envases presentados. 

“Revisamos cada envase. Si llega a haber tarros que no están correctamente lavados, los rechazamos. Si por algún motivo, alguno de esos recipientes queda en nuestra empresa, se coloca en un lugar especial, donde se procesa, se enfarda y luego es retirado por un camión que se lleva el material contaminado”, dijo.

Una vez que los envases son recibidos y aceptados, comienza la segunda etapa: su reciclaje. “No se trata solo de evitar que los empaques queden tirados en el campo, hay que dar un paso más y reciclarlos para que puedan ser reutilizados”, resaltó Castellón.

De esta forma, la empresa se encarga de procesar cada tipo de material para su posterior venta. “El nylon y los bolsones de plastillera los prensamos, los tarros los picamos y sabemos que eso tendrá una nueva vida útil”, añadió.

En pos del desarrollo sustentable y la economía circular

“Fomentar este tipo de acciones es muy importante porque contribuye con la limpieza de los campos y ayuda a tener una agricultura más sustentable y amigable con el ambiente y la comunidad”, sostuvo Castellón.

Además, explicó que el procesamiento de los envases permite disminuir considerablemente el espacio que ocupan los materiales. “Un camión con zorra trae entre 1600 y 1800 tarros de 20 litros. Al picarlos y procesarlos, lo reducimos a dos bolsones. Lo mejor de esto es que le damos una utilidad nueva y se puede usar como materia prima. Es parte de incorporar el concepto de economía y de seguir impulsando las buenas prácticas agrícolas”, concluyó.